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Es muy normal que al momento de necesitar una atención odontológica, surjan preguntas como ¿qué tan doloroso es un tratamiento de conducto? Por eso, en este blog de Bocas & Risas, te explicaremos que puedes esperar de este procedimiento, cómo se maneja el dolor y por qué no debes temerle. ¡Quédate hasta el final!
Conoce qué tan doloroso es un tratamiento de conducto
Un gran porcentaje de las personas, hablan acerca del tratamiento de conducto y especulan el grado de dolor de este. Sin embargo, la realidad es diferente, debido a que la anestesia local, hace que el procedimiento sea totalmente indoloro. Lo que sí duele es la infección en el diente antes de tratarla.
En el transcurso de la intervención, el especialista elimina el tejido infectado y sella el conducto de forma segura, de este modo, evita que la infección continúe avanzando. Algunos pacientes pueden sentir molestias o sensibilidad luego de la anestesia, pero esto se controla fácilmente con analgésicos. En muchos casos, la mejoría del dolor es casi que de inmediato, debido a que el problema que lo causaba desaparece.
¿Cómo controlar el dolor?
El odontólogo emplea anestesia local para adormecer la zona, lo que evita que sientas dolor. Adicional, de ser necesario, se puede aplicar medicamentos para relajar a los pacientes nerviosos. La tecnología de vanguardia ha permitido utilizar técnicas para que el procedimiento sea rápido y cómodo.
¿Qué molestias se pueden sentir después del tratamiento?
Después del procedimiento, es muy común sentir niveles de sensibilidad o inflamaciones leves en el área tratada. No obstante, esto dura solo un par de días y se alivia con analgésicos específicos. Cumplir con las recomendaciones proporcionadas por el odontólogo es esencial, por lo que debes evitar masticar con el diente tratado.
Mitos y realidades sobre qué tan doloroso es un tratamiento de conducto
Actualmente, hay muchos mitos sobre este procedimiento. Uno de los más usuales es que el tratamiento de conducto es extremadamente doloroso, pero esto es falso, puesto que la anestesia bloquea cualquier tipo de dolor.
Otro mito frecuente es que el diente que fue intervenido se debilita y se pierde con el tiempo, pero con las precauciones correctas y una restauración apropiada (como una corona), el diente puede ser más resistente con el paso de los años.
También se cree que siempre es apropiado extraer un diente en mal estado en lugar de tratarlo, pero es mejor conservar el diente natural para tu salud oral. No te dejes llevar por especulaciones que te impidan recibir el tratamiento adecuado. Recuerda que, es primordial que busques una asesoría profesional en Bocas & Risas, el lugar perfecto para tratar de forma asertiva tus problemas dentales.
¿Cuándo es necesario un tratamiento de conducto?
Ahora que ya sabes qué es un tratamiento de conducto, hablaremos acerca del momento adecuado para buscar ayuda. En situaciones cuando el diente está afectado significativamente, es indispensable que se realice el proceso.
Ten en cuenta los signos como dolor fuerte, sensibilidad relacionada con el calor o frío, hinchazón en las encías y decoloración del diente. Estos son una alarma para que visites de manera rápida a tu odontólogo. El tratamiento de conducto también es urgente realizarlo en caso de caries profunda o traumatismo dental.
No le tengas miedo al tratamiento de conducto
Este tratamiento de conducto no es el monstruo que muchos imaginan. Con la anestesia moderna y las técnicas de última generación que existen hoy en día, el dolor ya no es una preocupación latente. Además, si deseas salvar tu diente evitando complicaciones mucho más graves a futuro, debes acudir a Bocas & Risas.
Nosotros nos centramos en brindarte un diagnóstico claro y preciso para que recibas el tratamiento apropiado. Del mismo modo, realizamos un seguimiento para estar al tanto de tu recuperación. Tu sonrisa y bienestar te lo agradecerán, comunícate con nuestro equipo de expertos.
